10 de diciembre de 2010

.: Me lo merezco :.

Hoy no me apetecía salir... me clausuré como monja en convento y empecé a dar vueltas aquello que no debería dar.

Sinceramente soy súper feliz, mi rubio me conoce más de lo que yo esperaba... e incluso después de 10 años se acuerda de las cosas que me gustan.

Descubrió, cuando nos volvimos a ver por primera vez, que estaba apagada sin ilusiones, sin ganas de empezar con una nueva relación y el miedo a que el decidiera algo diferente a lo que yo quería y no poderle hacer feliz. Él pensaba que no me iba a poder hacer feliz, como me merecía.


















Pero después de tanto cuestionarlo, de tantas noches llegando tarde a casa, de algunas lágrimas derramadas por puro miedo, pero a la vez la corazonada y certeza que esta vez no me equivoco.

Sinceramente, he aprendido, que los sueños de dos se pueden hacer realidad... Y es que de pequeña soñaba con que él sería el amor de mi vida, y no habría ninguno más. Muchas veces me pregunté que sería de él... lo mismo que él se preguntó que seria de mi.



He sacado fuerzas, y aunque me cuesta llevar a los cuatro peludos, que me agotan cuando llego a casa... Los perros como críos chicos peleandose por los juguetes, sino tienen juguetes, peleandose por el sitio... Siempre tienen una excusa para gruñir, y hacer ruiditos.
Los Huroncillos, me quitan mucho tiempo, cada 3 días tengo que ponerles comida y agua, y diariamente limpiarles, pero con mi ritmo de vida, a veces los cambio cuando les doy de comer, y aun así como pase el tercer día, como venganza hacen sus cosas fuera de su arenero como protesta.
Así que tengo que estar pendiente.

Mi rubio me ayuda mogollón, me viene a buscar para sacar a los perros juntos, a hacerme mas ameno el paseo... Y sinceramente es de agradecer.
Aun que tiene alergia a los perros, me ha apoyado siempre en que los tenga, porque le encanta cuando hablo de ellos y sonrío cuando estoy con ellos.

No sé todo es como perfecto con él... Es como si estuviese diseñado por y para mí... Le cuento mis cosas, y sosegado me intenta dar una solución, o me hace ver que no es una preocupación en la que me vaya la vida, y me hace sonreír en el momento que me lo dice. Le cuento mis inquietudes, y me ayuda con ellas a valorarlas.
Ahora estamos pillando ideas para hacer cuadros para su casa... porque los dos pintamos. Aun qué a él se le da mejor que a mi hacer bocetos, y a mi colorear.

Pasamos horas y horas jugando al billar... y bailando... uf... me pone malita!! Baila mejor que yo!! Si... todas las niñas le miran. ¡¡Que movimiento de caderas que tiene!!



Llevo conociéndole desde hace 10 años... y tiene sus defectos, pero aún así son tontos... y tiene mil virtudes que las contrarrestan... Y ahora siento miedo, y empiezo a temblar, porque yo a veces me siento pequeña, con todo lo que me da... y lo que recibe de mi, es una mínima parte de lo que él me da.

Nunca supe que rehacer mi vida... sería para mejor.

Soy inmensamente feliz, aun que a veces pienso que no me lo merezco, y tod@s mis amig@s no paran de decirme, te mereces todo esto y más. Y él sea uno de ellos, y me diga... "Ojalá hubiese llegado antes, para evitarte todo el sufrimiento de esos momentos, que has pasado."


No hay comentarios: