.: Rompiendo el silencio :.

Tanto tiempo después, y no logro cerrar esa puerta que se quedó medio abierta.
Sueños que me agitan por dentro, y a veces consiguen hacerme daño al alma, y su maquinaria.
Hoy no será otro día más, que trague con ron mis palabras.
Esta vez, romperé el silencio que me condena a ésta tortura.

Nunca fui de tu propiedad, así que dame esos recuerdos que me pertenecen, esas cosas materiales que tienen un valor sentimental, mas valioso, que el dinero. (Nunca te pedí el dinero que te presté, pues tan solo es dinero.)
Deja de torturarme, para pensar que el día de mañana podré tener esas cosas, que tanto deseo.

Ya me has engañado durante todo este tiempo.
Te has ido con la persona previsible ante mi vista y sexto sentido.
De la cual, sentía celos, y tú despotricabas sus grandes defectos y lo que detestabas.
A mi eso, parecía que me calmaba, pero mi corazón sangraba cada vez que te volvía a ver, con el móvil en la oreja otra vez.
(Pobre de ella, tendría que saber, todas las cosas malas que hablabas de ella... Pero ya se enterara ella, por si sola. Todo cae por su propio peso.)

Lloraba, con el corazón desgarrado, y a ti te veía, que ni viviendo juntos, te importaba, ni tan si quiera cuando me marché.
Me moria de celos, conociendome, que no era celosa, no querías poner una solución, y aún así, preferías perderme... ¡¡¡PERDERNOS!!!
Todo el mundo te lo advertía, cegado por tu egoísmo, vi que yo no era ya nada para ti, que te habías cansado, como de todas esas cosas que siempre empiezas y nunca terminas, y presumes después de constancia tatuada en el brazo, quizá para recordarte, que no lo eres. (Lo has hecho hasta con la perra, porque sino lucharías por ella.)

Me he sentido, de una forma indescriptible... Me hubiese encantado, poderte perder de otra manera. He observado que siempre te vas con la primera. (Igual cuando empezamos a salir, y no hacía ni tan si quiera mas de 10 días que lo habías dejado con tu otra ex. No sabes estar solo.)
Pero como yo, no vas a encontrar a nadie. Igual nunca entendiste, que era unos cuantos años menor que tú,por muy madura que pareciera, que tenía cosas típicas de mi edad. Pero eso es un riesgo que se asume cuando estas enamorado, y empiezas a salir. ¿O realmente no estabas enamorado?

Quizá lo tuyo es lo más rastrero que he podido ver... A parte de echarme las culpas (nuevamente y como de costumbre) de que tú no hubieses quitado la chapa con nuestros números de teléfono a la perra, y tu dejadez hacía ella.

Desafortunadamente, has perdido tu sueño... Tu gran casa, también has perdido a esa perra que tanto decías que querías y adorabas, y a esa mujer a la que decías que era única y especial, y que te daba paz, que reías cuando hacia el ganso, haciendo imitaciones, o cuando te hablaba tranquila, dulcemente, cuando llorabas, y te arropaba con abrazos. O las veces que tus padres te echaban por grandes discusiones de casa, e ibas a su casa a dormir. ¿No recuerdas eso?

Sinceramente, si algo tengo que agradecerte, es que ahora soy una mujer echa y derecha, de los pies a la cabeza. Que tengo un refugio de fin de semana, donde estar con mi rubio y los perros(Loira y Sam son muy felices, y se desviven con su nuevo "papi" adoptivo) Cocino con ganas y esmero, y soy esa chica, sonriente y feliz que conociste.

Aún que tu has tardado mes y medio en liarte con tu "amiguita" yo he tardado muchos meses más, teniendo la certeza de estar entera, recuperada, y finalmente segura. Sí, estoy enamorada, y segura de estarlo.

El problema de todo esto, es que intento olvidar, cuando me sentía derrotada, sin fuerzas, ni ganas ni tan si quiera de derramar una sola lágrima... Que tu familia se presentara, en tu ausencia, y despotricaran contra mi, con palabras repugnantes, de las cuales no me identifico con ninguna, pero lo que más me dolió, es que me levantaran la mano, y tuviera que llamar a la policía, por sentir miedo, por la perdida total y absoluta de papeles que tuvieron.

En ese momento, quizá lo que más me dolió, es haber estado engañada tantos años.

Ojalá no vuelvas en sueños para recordarme, que has sido uno más, exactamente igual, que los hombres que me han hecho daño, de la misma forma y manera, que lo has echo tú.