Afloran recuerdos...

Paseo por un pasillo, amplio, su suelo intenta brillar como el primer día, pero con la multitud de gente que pasa sobre él, le es difícil verse bien.
Las paredes, son antiguas, desgastadas, y algo destartaladas...
Las luces que las alumbran, tubos fluorescentes, algunos parpadean, y otros se mantienen apagados, prácticamente ausentes.
Pienso, tras el largo pasillo, mientras las corrientes chocan con mi cara, sacudiendo mi pelo...
Multitud de gente, que sale de un vagón, corriendo para coger otro, y llegar a su destino.
En mi cabeza suena...
"La felicidad es un trayecto, no un destino..."

Mas tarde, sigo pensando reflexionando...
Lo más poderoso que tiene el ser humano es el orgullo...
Tanto que a otras personas, las humillamos, y las hacemos tanto daño.
Pero no importa... Nosotros somos orgullosos de lo que somos y el amor propio...
Que sería de muchos sin amor propio.
Por un momento me ausento...

Saco un boli y empiezo a dibujar en un papel, la gente se queda mirando...
Caras ausentes, otras escuchando música, otras leyendo...
Y yo, como siempre destacando...
Parece difícil dibujar con el traqueteo del vagón...
Pero para mi... Para mi no.
Las lineas se deslizan por el papel...
Una flor, y otra más...
La gente anonadada... en el viaje, son varias personas que me piden el dibujo.
Lo siento, pero ya tiene un destinatario.
Gente que no sabes sus nombres...
Pero hay algo, cuando son compañeros del trayecto, rutinario y diario...
Que les caracteriza...
Hoy me di a conocer... como la chica que dibuja en el Tren.
